Bueno, siempre quieres hacer algo y muy pocas veces te sales con la tuya. Siempre ocurre algo que interfiere en tus propósitos, y cambia el destino de nuestras vidas a veces para bien y otras veces para mal.
Cuando hablas o le ves por la calle y le saludas recuerdas viejos momentos que hoy en día están algo borrosos pero que igualmente siguen en ella y nunca se irán. Quieras o no, no puedes dejarle fuera de tu vida, por que quieras o no, ya forma parte de ella, aunque sea secundariamente. Aquel primer día que ocurrió todo aquello no sabia si tenia muy claro mi propósito, porque heriría a algunas personas. Tarde o temprano, aquel propósito salió a la luz, y hizo que, aunque fuera para mal, nuestros mundos cambiaran. Y aquella ya lejana decisión aún la mantengo y incluso me alegro de haberla tomado. Las cosas cambian inevitablemente.. si.
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